Una respuesta a CAUCE a propósito del debate sobre la FUBA y las tareas del movimiento estudiantil

Hoy Lu, Esteffy, Loly y Ana continúan el debate abierto hace unos dias...

En distintas oportunidades (acá, acá, acá, acá y acá abrimos una discusión sobre los objetivos y los métodos con que nos proponemos la conquista de Centros y Federaciones para ponerlos al servicio de desarrollar un movimiento estudiantil de lucha junto a la clase obrera. En uno de los últimos posts desde la Juventud del PTS e independientes hemos iniciado un debate con CAUCE (El Viejo Topo, BASE, CxA, EPA, La Revuelta) a raíz de su incorporación al frente “Por otro 1918” que conduce la Federación Universitaria de Buenos Aires. La respuesta de esta corriente no se hizo esperar y, aunque se intente cerrar el debate defendiéndose de acusaciones que nunca hicimos (los llamamos a releer el post) y sosteniendo que sólo se trata de una campaña difamatoria en contra de su organización ¿?, creemos que es importante problematizar estas cuestiones de cara a todo el movimiento estudiantil pues es la manera de abonar a la politización y a la democratización de las discusiones en busca de las mejores soluciones. Lejos de abrir discusiones “en el vacío”, de lo que se trata es de fortalecernos frente al fin de ciclo del kirchnerismo, que significará una profundización de los ajustes y los golpes a lxs trabajadorxs y lxs explotadxs. De lo que se trata es de construir un movimiento estudiantil que sea aliado estratégico de estos sectores en la lucha.

¿Cuál es el debate?

Lo que está de fondo planteado en el debate sobre el Congreso de FUBA es la línea política con la cual se aspira a conducir un Centro o una Federación, y la experiencia muestra que CAUCE no tiene mucho de “nuevo” por ofrecer, sino más bien más adaptación. Así en Sociales, por ejemplo, El Viejo Topo (CAUCE) conduce desde hace más de dos años junto a La Mella el Centro de Estudiantes pero en nada ha avanzado el Centro en su organización o en ser referente de los estudiantes que empiezan a moverse (como se mostró, en pequeño, con las inundaciones).

Para quienes escribimos este post lo que tenemos en frente es un debate de norte político. Nos llama la atención que los compañeros de CAUCE se hayan dedicado a entrar en la discusión del balance del Congreso sin siquiera mencionar que a los pocos días de haber decidido aportar  “desde adentro” sus compañeros de Conducción en Sociales, y ahora compañeros de Conducción en la FUBA, decidieron festejar la flamante presidencia junto al Movimiento Evita en el 1ro de Mayo, obviamente por fuera de todo debate tanto en el Congreso como de “instancias formales”. ¿Es qué esto no tiene ninguna importancia? ¿No hace al rumbo de la Federación?

Creemos que el “olvido” de este punto va en sintonía con su adaptación a una corriente que, ya nadie niega, enfila sus naves hacia el kirchnerismo bajo las banderas de una “nueva izquierda”.

Pensando desde acá, entonces sí avancemos en ver cuál es la perspectiva que sostiene CAUCE.

Ningún movimiento estudiantil nace pasivo

Ante un diagnóstico similar sobre la paralización y las prácticas burocráticas en la FUBA, la solución ¿? que brinda CAUCE es aportar  “una experiencia parcial pero efectiva de democratización a partir de la ‘Secretaría de conocimiento crítico’ de la FUBA”, a la que accedieron este año. Es realmente difícil/interesante llevar adelante el ejercicio mental que nos presentan lxs compañerxs de pensar cómo una Secretaría terminaría con las prácticas burocráticas en la Federación. Claro está que es mucho más difícil aún pensándola por fuera de las batallas concretas que existen hoy, de las practicas burocráticas con las que se maneja la FUBA desde hace años y del inmovilismo político a la hora de salir a luchar.

Pensar soluciones “institucionales” a problemas políticos, por fuera de la movilización desde las bases, no nos parece que sea “pegarle en el clavo” a los problemas que acarrea hoy la Federación, sino mas bien que solo sirve para ponerle un lindo adorno a una caja vacía de contenido.

Pongamos por caso que CAUCE logra, como dice, convocar decenas de estudiantes en dicha secretaría.

¿Qué hará la FUBA ante un nuevo crimen social como el que dejó cientos de muertos en La Plata? ¿Qué hará la FUBA ante una nueva represión como la del Borda, o un nuevo paro docente? Sería bueno saberlo ya que en Sociales en esos ejemplos no han mostrado ninguna opción concreta que fuera en el sentido de desarrollar la participación estudiantil.

¿Estará CAUCE dispuesto a disputar con sus nuevos (y no tanto) aliados de La Mella y el PO para que la FUBA se ponga a la cabeza de organizar y movilizar cientos y miles de estudiantes frente a los problemas que aquejan a lxs trabajadorxs? ¿Se pondrá dicha secretaría al servicio de abrir un proceso estatuyente en la FUBA con participación estudiantil? ¿O al servicio de sortear los puestos de trabajo en apuntes?

Sin embargo, la historia del movimiento estudiantil ha sabido demostrar que lejos de estar destinados a ser una masa amorfa indiferente a la realidad, puede ser un efectivo motor para el desenvolvimiento de luchas obreras. De la misma manera cabe pensar que la pasividad del movimiento estudiantil no es una mera naturalidad, o casualidad, sino que justamente es una construcción. La situación general de años de reactivación económica, una coyuntura reformista y las distintas formas de cooptación (materiales e ideológicas) por el régimen bajo el kirchnerismo, ha generado una situación de politización relativa pero con pasividad. Esta se ha visto potenciada en el movimiento estudiantil producto del reformismo de las conducciones y la adaptación de las corrientes a una militancia rutinaria, incluso en momentos donde el activismo actúa con mayor fuerza. Así, es un límite más al desarrollo independiente del movimiento estudiantil frente a la situación nacional e internacional tanto la propia utilización de los “sellos” institucionales (como la FUBA) de manera burocrática hacia los estudiantes, como la concepción de los Centros y Federaciones como una herramienta gremial en sí misma (como entiende CAUCE) y no como herramienta política que potencie las luchas obreras y se ponga al servicio de destruir la explotación y opresión. A esto se le suma una lógica heredada de la conducción de la Franja Morada de militancia tipo “servicio”, como expendedora de fotocopias y cafés. De esta manera, tanto las conducciones de la FUBA desde su recuperación por la izquierda, así como agrupaciones como La Mella, o aquellas que han sido funcionales a su política –quieran o no- como CAUCE, flaco favor han hecho a la politización del movimiento estudiantil y a su desarrollo como sujeto político que se exprese en las aulas y las calles.

 

No “todo” aporta

El problema que vemos, nuevamente, es que el movimiento estudiantil que está construyendo hoy la FUBA no es uno que efectivamente se base en organismos de base, que se piense como un aliado de la clase obrera y luche por enfrentar los ataques del gobierno K ante la crisis. En este estado de pasividad y paralización dentro de la Federación, el camino para que avancen tanto la Franja Morada como el kirchnerismo queda allanado. Sin cientos de miles de estudiantes discutiendo y organizándose contra los k y los morados fue posible que estos últimos accedan a la secretaría general de la FUBA, sin ningún debate sobre esta posibilidad, e incluso al poco tiempo compartieran con parte de la propia presidencia de la Federación (La Mella/Marea Popular) el palco en un acto kirchnerista. Por lo tanto, al problema anterior de la adaptación a la pasividad, se suma el papel jugado por este tipo de conducciones que han sido un canal más de difusión filo kirchnerista, bajo el cual también se construye y moldea al movimiento estudiantil.

De este modo entendemos que la respuesta de CAUCE frente al problema de la FUBA (ingresar a esta conducción) no escapa a una lógica de resignación al mal menor al que esta corriente se ha adaptado a lo largo de estos años. Expresa, en última instancia, una desconfianza a la capacidad de organización estudiantil real que pueda desbordar las trabas burocráticas de las direcciones.

Aquí aparece entonces la construcción de “la derecha como cuco”, bajo la cual se excusan muchas alianzas y prácticas poco democráticas. Este “cuco” (la Franja, por caso) refuerza, en primer lugar, el pensamiento en los estudiantes de que el Kirchnerismo tiene cosas “buenas” a resaltar y que en ese sentido no hay que “chocar” con el gobierno directamente (lo que se encuentra de fondo es que si hay cosas “buenas”, es porque en definitiva el Kirchnerismo podría ser un aliado de las y los trabajadores… ) El problema de “aportar al mal menor” es que se terminan fortaleciendo sectores de la burguesía que son tan enemigos como el resto, porque no buscan más que descargar el ajuste en la espalda de los trabajadores a costa de que la ganancia empresaria. Nos preguntamos entonces ¿al servicio de qué se encuentran estos frentes con diversas caracterizaciones, estrategias, tácticas? Porque en definitiva se vuelven estériles para un combate real. Se ha construido una confianza tal en sectores enemigos, que cuesta pensar de qué manera hoy los estudiantes sentirían la necesidad de salir a pelear contra ellos. En segundo lugar, los rasgos bonapartistas que adquiera el “modelo”, son producto no de dádivas que muestran la “bondad” del proyecto, sino de la batalla y la lucha de los trabajadores por la conquista de sus derechos. Si esto está claro, ¿por qué aliarnos a sectores pro k? Dividir su proyecto en lo bueno y lo malo, es “confundir” la función que cumple como gobierno de turno de un estado burgués (la lucha “desde adentro” es tan igual de estéril y funcional como los “frentes amplios”), además de aportar un grado de expectativas en un sector de la burguesía.

En este sentido, el espacio político que aspira CAUCE/La Brecha a construir, ¿cómo se está preparando para enfrentar el fin de ciclo kirchnerista? ¿Bajo qué estrategia? ¿Con sectores que miran con muy buenos ojos al kirchnerismo?

La salida al inmovilismo de la FUBA y la construcción de un movimiento estudiantil de lucha entendemos que hay que buscarla en el desarrollo desde abajo y debe estar orientada a que todas las organizaciones de izquierda y estudiantes independientes que queremos romper con esta parálisis, destruir esta "normalidad" estudiantil, dejemos de hacer un "como sí", pongamos de manera conjunta todas nuestras energías a llenar de debates cada rincón de la facultad, a debatir con cada estudiante, a construir un movimiento estudiantil independiente del gobierno y la oposición patronal, que justamente tenga como ejemplo el mayo francés, el cordobazo... que no sea indiferente a las luchas que hoy están dándose en el movimiento obrero.

Para ello, proponemos a los estudiantes y las organizaciones de izquierda  tomar en nuestras manos las tareas por delante y que nos votamos en el propio plenario de la FUBA. Organicemos el pre- encuentro nacional de mujeres para luchar por el aborto legal, seguro y gratuito y por todos los derechos de la mujer trabajadora. Tiremos abajo el régimen anti-democrático de cogobierno y el avance kirchnerista en la privatización educativa. Luchemos contra un modelo de universidad y de carrera al servicio del “modelo nac&pop”. Organicémonos junto a todos los sectores de trabajadores que están enfrentándose con sus patrones. Rompamos los vestigios morados de los centros y federaciones y que sean una herramienta real de debate, organización y lucha contra los empresarios! Tiremos por la borda la rutina y pongamos toda nuestra energía en un movimiento estudiantil que luche por el socialismo!

Por último, compañerxs de CAUCE, nada hay más sano para la construcción revolucionaria que los debates públicos, nada más potente que ello para combatir los sectarismos. ¿O acaso es cerrando la discusión crítica y los cuestionamientos la forma en que se proponen desarrollar una “nueva cultura militante”? Los desafíos y problemas que tenemos por delante son urgentes, y es por ello que abrimos esta reflexión sobre la estrategia que nos damos, quienes luchamos por el socialismo, para prepararnos.